30 de mayo de 2008

Las entrevistas laborales

Selección de personal
¿Cómo encarar una entrevista de trabajo?
marzo de 2008, por Ingrid Urman

¿Qué decir? ¿Qué hacer? ¿Qué espera el incomprensible mundo de Recursos Humanos de vos? ¿Estás cansado de quedarte estancado en entrevistas? Acá te tiramos algunos trucos para salir airoso.

El proceso de selección, con su conjunto de entrevistas, es a mi parecer un juego más de seducción. Más allá de tu experiencia laboral, tu educación, tus idiomas y tus cursos, hay una danza entre el entrevistador y el entrevistado que debe ser bailada con precisión quirúrgica. En un tiempo limitado, y sin posibilidad de recurrir al botón “deshacer” de la computadora, el entrevistado tiene que mostrar sus mejores armas y el entrevistador –jugando al mismo tiempo de aliado y oponente- procurará dar con el perfil indicado.

Armaste un currículum moderno y actualizado, cargaste tu información en buscadores y sitios de empresas, moviste contactos, pasaste filtros de reclutamiento, se abrió una vacante y ahora te llamaron: ¡Chan! Éste es tu momento, pero… ¿Qué hacer?

Una persona pasa en promedio nueve horas diarias en su trabajo, cinco días por semana, aproximadamente 250 días al año. Es un ámbito donde se aprende, se desarrolla, donde crece el grupo social, se progresa, se recibe remuneración y beneficios, y mucho más. Por lo tanto, es uno quien debe elegir su trabajo, en vez de que el trabajo lo elija a uno.
¿Cómo lograrlo? Una buena manera es aprovechar al máximo el proceso de selección, que -lejos de ser un campo de batalla enemigo- puede ser una ventana al secreto mundo de la empresa a la que aspirás. En este artículo repasaremos etapa por etapa del proceso, para que puedas rendir con tu mayor potencial.

Entrevistas Grupales - Assessment Center
Las entrevistas grupales, especialmente los denominados Assessment Centers [1], están muy de moda para búsquedas de jóvenes profesionales. En poco tiempo se ve la competencia de numerosos candidatos y a cada persona interactuando en un todo. Hay mucho en juego.
Es una entrevista grupal donde un caso es asignado al conjunto de los participantes. Primero lo analizan (individual o grupalmente) y, de repente, todos comienzan a opinar. Siempre habrá un moderador/coordinador y observadores.
Ante tu primera exposición en un Assessment Center seguramente no sabrás cómo actuar, qué decir ni qué evitar nombrar. Lo más importante es que sepas que la resolución del caso no tiene importancia. Los observadores están focalizados en el desenvolvimiento de cada individuo en el grupo, el rol que adoptó cada uno, quién fue el líder, el conciliador, el organizador, etc. Se analiza tanto el modo de enfrentar la situación como la estrategia para resolverla.
Cada equipo de recursos humanos va a estar buscando un perfil determinado. Por eso, si se está buscando un perfil específico para un puesto y no quedás seleccionado, tenés que cambiar la tradicional imputación de culpa. El famoso “No sos vos, soy yo” es, en RRHH, “No sos vos, es el perfil del puesto”.

A continuación te presentamos los criterios generales que nunca fallan:
Aprovechá el tiempo. La entrevista es tu momento para dar a conocer lo mejor de vos. Dejá las inhibiciones, la timidez o la desconfianza. Lo más importante es tu manera única de resolver conflictos, trabajar en equipo, realizar aportes y cumplir o superar objetivos.
Participá y dejá participar. Está sobreentendido que todos están ahí por la misma razón: alcanzar el puesto, y que no todos van a quedar. Es importante expresar tus opiniones, pero también escuchar y analizar las de los demás.
Prepará una presentación personal. En algún momento vas a tener que presentarte, por lo que te conviene tener palabras claves para describirte. Empezá por tu nombre, tu educación y tu experiencia. Luego hablá de lo que estás buscando, tu aporte personal y el factor de diferenciación que podrías realizar en la empresa. Recordá ser siempre amplio en tus comentarios para no cerrar puertas, porque puede haber otros puestos que requieran personal.
Sé coherente con tus comentarios y tus propuestas. No te dejes llevar por la mayoría. El pensamiento analítico propio es muy valorado. Pero sé dócil al escuchar e interpretar las ideas de todos.
Dale rumbo a las ideas. La mayoría de la gente busca poner su comentario para ser escuchada pero no busca alcanzar los objetivos. Si no se te ocurre nada para opinar, podés sugerir algo como “¿Cuál es nuestro objetivo?”, “¿Qué queremos alcanzar?”, “¿Cuáles son nuestras prioridades?”
Incluí a los que no están participando. Siempre hay alguien que está callado. Es bueno integrarlo con un “¿A vos que te parece?”, “¿Estás de acuerdo con tal o cual cosa?”

Entrevistas individuales
En esta instancia se busca que tus características personales y laborales sean compatibles con la descripción del puesto. Se dice que cada posición es un rompecabezas a terminar y que cada candidato trae consigo piezas que lo completan. Cuantas más piezas tenga, más adecuado será para el puesto. Las que le falten se completarán con capacitación en el corto plazo y experiencia en el largo.
Apenas agendes la entrevista, conviene investigar sobre la empresa, tanto por Internet (ver los servicios que ofrece, la misión, los valores, etc.) como por algún conocido que haya trabajado ahí. Este conjunto de información es muy valioso para interiorizarte en la organización y poder descifrar competencias generales que van a buscar en vos.

Preparación
¿Qué me pongo? Parece ser una pregunta clave. La vestimenta debe ser acorde al puesto y la empresa, pero de todas maneras hay ropa estándar que nunca falla. En los hombres, el traje; se aconseja colores sobrios y la clave de la elegancia está en la corbata.
Las mujeres tienen mayor amplitud en el tipo de ropa y actualmente hasta se estila ir con jean y remerita. Sin embargo, mi sugerencia es volver a lo clásico: pantalón de vestir, camisa o remera, zapatos y un toque de color en accesorios.
Lo primero que se evalúa en una entrevista es la puntualidad. A la fiesta de un amigo tenés que llegar media hora tarde, a una clase quince minutos después, a tu psicólogo en punto y a una entrevista de trabajo quince minutos antes. A la entrevista de mi actual empleador llegué treinta minutos antes al recordar lo que un amigo me había comentado: que cuanto antes llegaba, mejor le iba. Aprovechá esos minutos extras para relajarte y concentrarte.

La entrevista
Se suele empezar por tu trayectoria laboral, recorriendo tu CV y ampliando con tus experiencias. Un buen entrenamiento es pensar previamente las preguntas clásicas, como tus fortalezas y debilidades. Siempre te van a interrogar sobre la razón de tus acciones: es más relevante saber por qué hiciste algo antes que el hecho en sí mismo. Preparate también para describir qué aporte o diferenciación podés dar.
Al final llega el ineludible “¿Querés preguntar algo?” Si formás parte de aquéllos que no siempre están llenos de preguntas, por lo menos elaborá algo básico para completar el espacio: algo de la empresa, cómo sigue el proceso, cuál es el plan de carrera, etc. Nunca preguntes por la remuneración en la primera entrevista. Si no te lo dicen, quedará pendiente para el próximo paso.

Entrevista con Recursos Humanos
El objetivo de esta área va a ser siempre conseguir perfiles acordes a los puestos vacantes. En esta reunión se esclarece la descripción del puesto que se desea cubrir, se asegura que el candidato pueda integrarse a la cultura organizacional y se indaga más en competencias core, correspondientes a todos los empleados de la empresa, y competencias específicas al puesto. [2]

Entrevista con Gerentes y Directores de la Compañía
Estás cerca, muy cerca. Los gerentes se diferencian por la capacidad de tener una mirada global respecto del área y eso te incluye a vos. No van a ir a ver dónde, cómo y cuándo trabajaste, sino aspectos claves de tu desenvolvimiento, apuntando por ejemplo a cómo vas a cumplir el puesto eficientemente y cómo te vas a integrar en el área.

Exámenes preocupacionales
Psicotécnicos
Llegaste a la etapa de la batería de psicotécnicos, entrevista desestructurada que lleva a conocer tu capacidad analítica, tu personalidad y tu potencial. Te preguntás “¿Cómo dibujo la casa, el hombre y el árbol?”, “¿Qué escribo en la historia del hombre bajo la lluvia?”, “¿Hasta dónde dejo volar mi imaginación en el Test de Rorschach?”, “¿Tengo que reprimirme si veo imágenes sexuales o de muerte en alguna mancha?” Seguramente tendrás un psi-amigo que te pueda aconsejar en estos aspectos.
Para Recursos Humanos es un informe más sobre tus rasgos de personalidad. Por un lado sé autentico, porque aunque disimules van a saltar cosas. Por el otro, te aclaro que se espera que reprimas: por más cómodo que te sientas, no es una charla con amigos sino un paso en tu proceso de selección.

Examen físico
En esta fase te harán un examen completo de salud para asegurar un ambiente de trabajo seguro y prevenir futuros riesgos. Asimismo, es de suma importancia conocer tu estado de salud actual para poder visualizar sus variaciones con el tiempo.

Conclusión
Después de leer este artículo, la entrevista laboral te podrá seguir pareciendo aquel espacio hostil e inquisitorio, donde cada paso en falso puede ser fatal.
Es cierto que en cada entrevista hay algún punto cruel e injusto, ya que muchas veces no llegan a conocer todo tu potencial. Pero ese pensamiento no te va a llevar a nada más que a preocuparte y ponerte nervioso, hasta el grado de auto-boicotearte si no podés controlarlo.
En cambio, si decidís disfrutar del proceso, la cosa cambia. Elegí tomar cada entrevista como un juego, aprendé de cada pregunta, sentite abierto a conocer nuevas organizaciones, hacé contactos y siempre llevate algo: un aprendizaje, una anécdota, un conocimiento más sobre lo que te gusta y lo que te disgusta, una lección más para encontrar aquel puesto ideal que te espera en algún momento de tu carrera y que requiere que pases por muchos obstáculos, oasis y experiencias hasta dar con él, o por lo menos darte cuenta de cómo es.