19 de mayo de 2008

La Industria de la Felicidad

La industria de la felicidad
Ser feliz ya no es materia de poetas. Hoy, sociólogos, economistas y legisladores ven en el bienestar individual una responsabilidad colectiva ligada a las políticas públicas. Incluso existe un mapa de los países más alegres y de los más desgraciados del planeta. Cómo y por qué la felicidad se transformó en una ciencia medible
Domingo 4 de mayo de 2008 Publicado en la Edición impresa
Vivir en una buena sociedad y en un hábitat amigable, convivir en democracia, no dejar pasar las oportunidades, estar en pareja, tener trabajo, confiar en los demás, ser creativo, gozar de buena salud, sentir el reconocimiento de los otros, y hasta comer chocolates, son algunos de los factores que nos harían más felices, según varios de los últimos estudios que se han hecho en el mundo sobre el tema.
En 2008, la felicidad es medida por especialistas como si fuera una ciencia empírica, con ahínco. Sociólogos y psicólogos la han puesto en sus agendas de investigación, y hay quienes la quieren traducir en cifras sin discusión, como el economista y parlamentario inglés Richard Layard, que propone en su libro Happiness: Lessons from a New Science (2005) que el parámetro de la felicidad de un país reemplace al del crecimiento para medir su progreso. Y va más lejos: insiste en que debería ser la meta de toda política económica moderna. Desde esa perspectiva, no extraña que el World Database of Happiness de Rotterdam, Holanda, tal vez el instituto de investigación más especializado en el tema, observe más de tres mil estudios sobre felicidad publicados en el mundo en los últimos veinte años.
El WDH se dedica exclusivamente a esta “sensación” (con esa palabra se la describe en los estudios) y a todos sus parámetros. Sus informes se basan en cientos de encuestas e investigaciones sobre cada país, desde sociológicas hasta económicas y turísticas. Dime dónde vives... En su libro La geografía de la felicidad –según el semanario inglés The Economist “la última contribución al creciente campo de la psicología positiva” (ver recuadro)–, el periodista norteamericano Eric Weiner plantea un “mapa turístico-sociológico” de los países más felices y de los más tristes del globo, basándose en los estudios del WDH. Con él diseñó su viaje exploratorio, que incluyó las naciones más representativas de los dos extremos de la escala. El estudio le permitió ver que los nórdicos, sobre todo los daneses, los islandeses y los finlandeses, son los pueblos más felices de la Tierra en 2008. Y que los africanos habitantes de Tanzania y Zimbabwe se encuentran en el otro extremo. Weiner, que lleva muchos años de carrera periodística como corresponsal de guerra en unos 30 países del globo, decidió escribir su libro una tarde en que, reflexionando, se dio cuenta de que llevaba casi media vida trabajando en los lugares más desolados e inhóspitos del planeta. En medio de bombas, trincheras y edificios semidestruidos, se preguntó: “¿Por qué no conocer también los sitios más felices?”. Fue el punto de partida de su aventura.
La travesía fue una peregrinación de dos años por distintos continentes, salpicada por regresos a Washington para ver a su familia. Así nació La geografía de la felicidad, que él considera un catálago de ideas (idea travelogue). En el otro extremo, el profesor Eric Wilson –también norteamericano–, de la Universidad Wake Forest en Carolina del Norte, se declara en contra de la búsqueda de la felicidad como la panacea del siglo veintiuno. Así lo afirma en su libro, recientemente publicado, Against Happiness: In Praise of Melancholy. Para Wilson, la obsesión del mundo –y sobre todo de sus compatriotas– por huir de la pena desprestigia la melancolía, “fuente de la creatividad, el genio y el brillo intelectual a través de los siglos”. En ese sentido, Weiner dice en su libro que los felices de hoy serán los nuevos tristes de mañana, porque buscar la alegría termina por crear frustración.
Por María Cristina Jurado (EL MERCURIO/GDA) revista@lanacion.com.ar
Estudio sobre la relación entre salud emocional, bienestar y felicidad para los latinoamericanos realizado por BMC Innovation Company e Ipsos para Coca-Cola Para saber más
http://www.worlddatabaseofhappiness.eur.nl/
www.springer.com/social+sciences





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La industria de la felicidad

Ser feliz ya no es materia de poetas. Hoy, sociólogos, economistas y legisladores ven en el bienestar individual una responsabilidad colectiva ligada a las políticas públicas. Incluso existe un mapa de los países más alegres y de los más desgraciados del planeta. Cómo y por qué la felicidad se transformó en una ciencia medible


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